Reseña: El Animal Piadoso

Título: El animal piadoso

Título original: El animal piadoso

Autor: Luis Mateo Díez

ISBN:  9788467236958

Editorial: Galaxia Gutenberg - Círculo de Lectores
Páginas: 349

La historia del comisario Samuel Mol, un policía jubilado, “dueño de una mala conciencia”, al que atormentan los casos que dejó sin resolver en el pasado, como el de un matrimonio que fue brutalmente asesinado, catorce años atrás, en Armenta, la ciudad donde vive el protagonista.

Un encuentro casual del comisario con el anciano Elicio Cedal, implicado de alguna forma en aquel terrible suceso, remueve la memoria de Mol “cuando ya era casi un fantasma”, y lo lleva a recorrer de nuevo los escenarios del crimen en busca de respuestas.

Pintaba para ser una lectura realmente buena e interesante, y de hecho en un principio lo es, tiene ese toque de misterio que envuelve prácticamente desde la página uno... pero lamentablemente va perdiendo el ritmo conforme avanzan las páginas. 

Se va volviendo más confusa, ya que en un momento estamos en el presente y después un sueño o algo que se dio en el pasado; cuando Mol estaba tratando de resolver el asesinato del matrimonio, siento éste el caso policial del que no se podía olvidar debido a la complejidad y a que después de 14 años era un asunto sin resolver y que para el personaje principal se vuelve una obsesión que no podía dejarlo tranquilo a sabiendas de que tenía un sospechoso que era claramente culpable y sin embargo, el caso tuvo carpetazo y Mol con el paso de los años se siente con la necesidad de investigar un poco más a pesar de que ya se retiro y debería de dedicar su tiempo a cosas mucho menos complicadas que resolver algo que a él ya no le corresponde. 

El libro va sobre eso, el presente, los recuerdos y algunos sueños. Después de la mitad del libro no pasa nada realmente interesante, a pesar de que la historia se desarrolla en menos de una semana. El personaje principal se encuentra solo, es viudo y habla con su hija muy ocasionalmente. Tiene amigos y conocidos, pero en sí es solitario y un poco complicado. Durante la historia queda claro que era un buen policía, pero que precisamente el caso de hace 14 años no lo dejaba en paz y de ahí comienzan una serie de eventos que lo llevan a querer saber qué fue lo que realmente sucedió. 

El final deja con ganas de más, no por ser realmente bueno, sino porque queda inconcluso de una manera un poco decepcionante, pero tal vez ese era el propósito del autor, dejar un poco a la imaginación del lector sobre qué podría pasar después.